Cada día es un desafío nuevo para la familia, particularmente para cada uno en lo personal, en mayor grado para otros, y es el de mantener unida en armonía a la familia, (lo cual es tarea de todos y cada uno de sus miembros). La familia es un patrimonio que todos debemos proteger con todas nuestras fuerzas.
Sin embargo muchos nos encerramos en la concha de nuestro egoismo y ocasionamos un malestar en esa armoniosa unión.
Cada uno de los miembros de la familia debe encajar de forma tal que sea un elemento en si mismo y, a la vez, el complemento de los restantes elementos que integran la familia, para que verdaderamente se conviva en armonía y caridad.
En tal enfoque podemos hacer la comparación con una carpintería en donde se encuentra con seguridad un MARTILLO que pasa todo el día golpea que golpea, que golpea etc;
Hay siempre un TORNILLO que siempre es terco y hay que darle muchas vueltas para que sirva;
Siempre hay una lija, toda cruel y áspera, como la sobervia que no deja de ser curle e hiriente ni deja de raspar;
y siempre hay un METRO, que todo el día se pasa midiendo, como la prepotencia que todo el día pasa midiendo a los demás como si fuese perfecta;
pero en toda carpintería siempre ha existido un CARPINTERO que utiliza una a una cada herramienta de las mencionadas y con ellas convierte un trozo de árbol en un hermoso mueble. Y el resultado fue que la persona que compró el mueble quedó satisfecha con el trabajo realizado.
Eso demuestra que a pesar de los defectos que podamos tener, se debe tomar lo mejor de cada uno (y el carpintero) logra un magnifico resultado que será del agrado de los demás.
Precisamente esa pequeña fábula de la Carpintería nis deja como moraleja que nostros estamos acostumbrados a fijarnos primero en lo NEGATIVO, nuestros prejuicios y miedos nos mueven a encontrar en cada situación siempre lo peor.
Pareciera que fuimos programados para sacar lo malo de casi todo.
Y este es el momento de cambiar esa visión; es tiempo de iluminar nuestras vidas todo ello nos permitirá estar atentos y reconocer las oportunidades, que en muchas ocasiones desperdiciamos por no ·poder verlas" y especialm,ente en nuestra cotidiana convivencia familiar, debemos encontrar en los demás miembros lo positivo para realzarlo y disfrutarlo a plenitud, y como decía un gran maestro: "PARA ENCONTRAR LA VIDA, A VECES HAY QUE PERDERLA"
No permitas que una situación difícil te haga perder la oportunidad de ver lo positivo, tomas los momentos difíciles para crecer, madurar, transformarnos encontrando lo positivo.
Si "logras ver lo positivo" saldras más rápido de la crisis. Pero el mayor problema es que no fuimos educados para "redconocer lo positivo", pero es tiempo de aprender.
Revisa tu vida y recuerda las cosas buenas, reconoce tus cualidades y "herramientas" que tienes para recuperar cualquier situación con verdadero éxito, conviértete en el carpintero de tu vida y regala a los demás miemrbos de tu familia un lindo "mueble de vida" que todos respeten y admiren, por tu buen trabajo PERO NO COMO RESULTADO SINO POR EL ESFUERZO QUE HICISTES.
Fortalece tu FE para que tengas la certeza de no estar solo, pues la presencia de Dios siempre te acompaña, en cualquier situación de tu vida, acercando a ti las "herramientas" pasra que seas un buen carpintero.
Pero todo ello comienza con un cambio de actitud para aprender a reconocer las oportunidades que te permitan ver lo positivo que hay en la vida misma, no siempre se tiene lo que se desea.
Recuerda como la maestra preguntó en una reunión de madres: "quién llevaba los zapatos más caros?" y varias madres levantaron la mano.
Luego preguntó: "Quién llevaba los zapatos más limpios?" y ninguna levantó la mano.
Lo importante no es la marca del zapato, sino lo limpio aunque no sea de marca.
